Lloris le puso un poco de nervio al querer recortar a Mandzukic, y regalar el segundo gol de Croacia. Pero Francia había marcado 4 goles en una final de Copa del Mundo, suficiente para ganar su segunda estrella como máximo exponente del fútbol del planeta.
El balompié es así. Existen más de 200 países afiliados a la FIFA y solo ocho equipos han levantado el trofeo de Campeón del Mundo. Pueden llegar conjuntos que enamoran al orbe por su desempeño en el torneo, sin embargo el galardón de vencedor pertenece a las auténticas potencias. Francia es eso, una potencia del fútbol mundial. 3 finales en 20 años certifican a los galos como una de las naciones que mejor juegan al futbol en estos tiempos.
El juego 64 del Mundial (ese en el que todos los que alguna vez jugamos futbol queremos o soñamos formar parte) nos brindó una de las finales con más goles desde el campeonato de 2002. La final inició con una Croacia apretando en toda la cancha a “Les Blues”, los balcánicos presionaban desde la salida, ahogaban a la media cancha francesa y se mostraban más peligrosos ante la meta de Hugo Lloris. Sin embargo Francia se puso al frente con un autogol de Mandzukic.
Aún así, los dirigidos por Zlatko Dalić seguían como dueños de las acciones y encontraron recompensa 10 minutos después de un disparo de Iván Perisic que perforó la cabaña de Lloris.
Después de eso Francia recompuso, se acomodó en la grama, supo sufrir el partido y de a poco se adueñó del trámite del encuentro. Primero por medio de un penal marcado por el VAR que hizo efectivo Griezmann y después mediante las piernas de Pogba y Mbappe.
Croacia no se daba por vencido y por momentos puso a trabajar a los franceses en su campo, un tanto por decisión de los galos y otro por la presión balcánica.
Los galos fueron los que mejor futbol desplegaron en el torneo, se vieron cómodos con la etiqueta favoritos y desplegaron un fútbol digno de campeonato mundial. Corroboraron lo que se sabía, los franceses son potencia del fútbol mundial, se habían quedado cerca de la disputa por el título en las ediciones de 1982 y 86, de la mano de Platini. Pero en este siglo han sido finalistas en tres ocasiones, conquistando dos campeonatos mundiales.
Francia es justo campeón. Desde el inicio del torneo jugaron como favoritos, nunca se presionaron por ese título, al contrario parecía que se sentían cómodos con la etiqueta. Desarrollaron uno de los futboles más pragmáticos del evento y terminaron alzando el título mundial.
En Rusia 2018 llegamos a ver el torneo de Messi y Cristiano y nos encontramos con el certamen de Mbappe, Modric, Griezmann, Perisic y Kanté. Grandes jugadores que nos robaron el corazón y la atención de todo el mundo.
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