Ir al contenido principal

Castigados. ¿Son todos los que están?

Bien me acuerdo cuando me portaba mal mi mamá me castigaba rápido y severamente, de chiquillo sí hacía berrinche me metía a bañar con agua fría y después me daba un desenfriolito pa’no enfermarme, ya en la escuela si no tenía buena conducta y reprobaba materias me quitaba lo que más me gustaba, me dejaba sin jugar futbol hasta la siguiente firma de boletas.

Esos castigos creo que me formaron como buena persona, un poco intolerante al agua, pero buena persona al fin y al cabo. Los castigos me hacían pensar en que hacía mal y que tenía que remediarlo para que no se repitiera. Qué daría por que mi mamá, una gran señora, castigara a seleccionados nacionales por que tendrían mucho en que pensar y se pondrían las pilas para no repetir su mala conducta.

Todo esto viene a colación por los “castigos” que la FEMEXFUT otorgó a los jugadores que participaron en la “fiesta” en Monterrey después del juego contra Colombia… Las sanciones me parecen una burla, seis meses a Vela y a Juárez cuando en realidad son a lo mucho 2 juegos y 50 mil varos a 8 jugadores, mucho menos de lo que se gastan en una fiesta como la que hicieron. Si bien el correctivo no es fuerte esperemos que los seleccionados no se monten en plan de diva y no quieran venir más a jugar. Ojalá este sea un precedente y permita a los jugadores concentrarse en lo que realmente es significativo, la cacha de juego, ahí es donde el jugador debe hablar.

Personalmente creo que los jugadores no son los únicos responsables, ellos serían la punta del aisber. La falta de cabeza en la selección y los malos manejos de los federativos traen como consecuencia este tipo de conductas, porque la playera verde está muy barata, porque no hay competencia en cada uno de los puestos, por que los directivos no respetan a la selección.

Acá la pregunta es quien castiga a los directivos por los malos manejos que hacen, por no tener una liga competitiva, por tener sumido al futbol en la mediocridad absoluta, por no premiar por puntos al campeón y por castigar por promedio al que desciende, por tener dos torneos al año en lugar de uno de 34 fechas, por sólo preocuparse por el dinero y no buscar el desarrollo deportivo de los clubes y selección por eso, a ellos ¿quién los castiga?



Comentarios

Entradas más populares de este blog

El futbol Es Un Pretexto

La parcialidad local enardeció, el estadio entero era un hervidero, rugía; la gente se quejaba amargamente y lanzaba infinidad de vituperios con dedicatoria a la madre el colegiado. No podían creer que el nazareno se haya atrevido a sancionar esa entrada como una pena máxima y mucho menos en tiempo de compensación. Los aficionados más radicales amenazaron con entrar al campo de juego y saldar por su cuenta esa afrenta. Este partido definía al campeón, ambos equipos estábamos igualados en puntos, pero el empate les aseguraba a los dueños de casa la copa y el festejo del monarca. Se jugaba el minuto 93 y el marcador se encontraba igualado a dos tantos. Si hacíamos efectivo el tiro penal, la gloria de la vuelta olímpica sería para nosotros. En ese tiempo, ser campeón de un torneo tan complicado podía considerarse como una hazaña, sobre todo para un equipo como el nuestro, éramos cuadro que no tenía como prioridad luchar por el título, nuestro objetivo fue siempre salvar la categoría,

Diego Armando Maradona

Solo fueron once segundos. ¿Qué es lo que puede pasar en el mundo en tan solo once segundos? Muy pocas cosas quizá, pero el 22 de junio de 1986 pasó algo, algo indescriptible. Ese día supe lo que para el futbol significaba el nombre de Diego Armando Maradona. Hasta ese día poco reconocía acerca del balompié. Yo era un niño al que le gustaba el deporte, pero no conocía más allá de mis héroes locales. La fiebre mundialista me había orillado a ver cada uno de los encuentros de la decimotercera Copa Mundial de Futbol, la segunda que se disputaba en suelo Mexicano.  Recuerdo que vi aquel partido en una televisión en casa de mis abuelos. Tenía pocas ganas de ver el encuentro ese domingo, porque un día antes los alemanes habían derrotado a la selección mexicana y mis emociones todavía no se recuperaban de esa tragedia. Yo pensaba que tardaría mucho tiempo en volver a disfrutar de un partido de futbol. Sin embargo, en esos noventa minutos, iba a descubrir que el futbol tiene esa magia que siem

El Chico Nuevo

Paco vivía en un pueblo pequeño, cerca de la capital, ahí sus días transcurrían sin mayor novedad. Iba a la escuela en la mañana, ayudaba en su casa por las tardes para después pasar tiempo jugando con sus amigos. Era hijo de un profesor así que casi todos los habitantes conocían y convivían con la familia de Paco. Como cualquier niño de su edad estaba lleno de energía, siempre traía pateando un balón, le gustaba el fútbol. Esa afinidad la heredó de su padre, porque fue él quien le enseñó a jugar, veían juntos los partidos por televisión y siempre lo acompañó al campo donde se emocionaba al observar a su papá pegarle a la pelota como pocos. Cuando estaba en su casa, siempre podías encontrar a Paco en el patio, ahí pasaba horas haciendo tiros y gambetas contra el portón. Todas las veces que el esférico pegaba contra esa puerta de metal hacía un sonido estruendoso, él imaginaba que ese estallido eran los gritos de gol de un estadio lleno.  Narraba sus propias jugadas, iba encontra