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Mostrando las entradas de 2019

Lo Que El Futbol Te Brinda

Cada vez es más seguido entrar así a un terreno de juego, se está convirtiendo en algo habitual para mí. No importa si participo quince, treinta o noventa minutos en el encuentro. La afición, esa que antes me admiraba, ahora me da la espalda. Los abucheos resuenan por todo el graderío cada vez que me llega un balón, solo es cuestión de tomar el esférico y el murmullo empieza a dar vueltas por mi cabeza, claramente logro escuchar a los aficionados más cercanos cuando gritan: -"¡Retírate, ya no tienes piernas!"- -"¡Te voy a dar mi bastón para que puedas caminar bien!"- -"¡Deja de robar, bulto!"- -"¡Ya estás viejo para esto!"- -"¡Un cono estorba más que tú, tronco!"-. Esas voces se me clavan en el cerebro y parece que se nubla mi suficiencia para decidir las jugadas de forma correcta. No soy capaz de acertar un pase, pierdo la distancia del esférico y lo que antes era un trámite ahora se complica por esa tensión que se gen

El Gol Más Bello

Quizá levantarse un domingo para trabajar nunca fue tan placentero como ese día para Martín, es muy probable que aquella mañana de mayo fuera la única que no le representó dificultad salir de casa para laborar. No porque otras ocasiones sufriera o no le gustara su empleo, simplemente prefería que esos días fueran para quedarse en su hogar y poder disfrutar de su familia. La emoción lo dominó la mayor parte de la noche, casi no pudo dormir. Aún así, cuando sonó la alarma del despertador, se levantó con mucha energía, realizó su rutina mañanera con ánimo, se calzó su uniforme y después de desayunar con los suyos y como parte de su cábala, rezó de la mano de sus hijos y de su esposa, después se despidió efusivamente de ellos y salió a trabajar. De camino a la comandancia se sentía contento, su semblante era una mezcla de felicidad y nerviosismo. No podía ocultar que ese era un domingo distinto, sin embargo, trataba de esconder sus emociones; su ética personal no le permitía hacer not

Creer y Crecer

Desde la primera vez que Vero pateó un balón ha derribado barreras, su conexión con el balompié fue inmediata y su existencia, a partir de ese momento, ha estado ligada a él. Toda su vida se resistió a cumplir con los estándares de comportamiento que le dictaban los demás, siempre fue libre y un tanto rebelde y si en su mente encontraba un objetivo o se le metía una idea, no descansaba hasta lograr su meta. Su travesía por el fútbol no ha sido una cuestión sencilla, ha estado llena de obstáculos, sin embargo su determinación y su amor por el deporte la han llevado a superar todas las trabas que se le han presentado en su andar. A muy corta edad aprendió a enfrentar el rechazo dentro del deporte. Con 8 años y, después de mucho insistir, pudo ingresar al equipo de su localidad.  Ella era la única chica dentro de la escuadra y en la liga que participaba existía una regla que impedía a las niñas jugar en un equipo de varones, por lo que, solo entrenaba con sus compañeros durante

Aquella Primera Vez

Quién lo haya experimentado sabrá de lo que le hablo, el amor es un sentimiento que se constata pocas veces en la vida. Lo percibes con tus padres, con tu famila. Lo padeces cuando conoces al amor de tu vida y lo experimentas cuando te flechas con los colores de tu equipo. ¡Amor! Exactamente eso sentí aquella primera vez que fui al estadio con mi padre. Lo sentí ahí, al lado izquierdo de mi pecho, junto a mi corazón. Fue una flecha que se encajó tan profundo que nunca pude sacarla de mi ser. En esos infantiles días ya simpatizaba con los colores de la escuadra por una cuestión de tradición en la familia. El fanatismo por nuestro conjunto ha pasado de generación en generación. Desde que tengo uso de razón, cada domingo, cuando había temporada de fútbol, mi familia se juntaba en torno a la TV para ver a nuestro equipo, era prácticamente un ritual familiar de cada ocho días. Los preparativos iniciaban un dia antes, íbamos al mercado por “provisiones”, comprabamos lo necesario

La Vida Es El Juego, El Juego Es La Vida

“Hay quienes sostienen que el futbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida, pero de algo estoy seguro: No saben nada de futbol.” Eduardo Sacheri Ve al frente, al ataque, siempre hacia adelante. No importa la circunstancia, el lugar o la ocasión. Busca el éxito, ve por la meta. No pares hasta alcanzar la victoria. Que tus sueños te impulsen, que alimenten tus ganas de salir a la cancha y ganar, pon todo lo que esté en ti para alcanzar el triunfo. Busca el juego desde los primeros instantes del encuentro, no dudes en salir jugando. Arma el ataque desde abajo, prepara la táctica con paciencia. Aunque si en algún momento sientes presión no está mal reventar la pelota para acomodarte, reorganizar las ideas e intentar una nueva estrategia. Aprende a dominar el miedo escénico, que los nervios no te sometan. Si las piernas te tiemblan, respira profundo, cierra los ojos y enfócate de nuevo en

Camina, Anda...

Camina, disfruta cada momento, voltea al cielo y agradece lo bueno y lo malo que dentro de la vida todo suma, de todo aprendes, nada se queda en el vacío. Cada experiencia que atraviesas te pone más cerca de tu objetivo. Sigue andando, observando otros sitios, probando otros sabores, diferentes aromas y otras formas de entender la vida. Camina, camina hasta cansarte, hasta que duela, porque por más difícil que se ponga el camino, siempre sacas fuerza desde adentro, porque el objetivo lo tienes fijo, así como un delantero tiene fijada la portería la mente. Camina, siempre derecho, erguido, con el rostro levantado. Ve al frente con elegancia. Como un defensa que, desde el fondo, va con la pelota pegada al pie en una salida prolija. Camina orgulloso, porque has vencido miedos y límites que hasta ahora pensabas que eran insuperables. Camina solo, pero recordando que siempre estás acompañado, que tu familia es, siempre, la columna de tu todo y que sin su apoyo y sin su cari